Toda empresa busca diferenciarse. Es la base necesaria en un mercado en el que cada vez compiten más productos mientras que el público prácticamente sigue siendo el mismo.
Para conseguirlo no existen milagros, sino trabajo de fondo y de largo recorrido. Es necesario apostar por productos que ofrezcan una experiencia, un uso o una categoría que les diferencie de su competidor.
La llegada de Internet ha revolucionado la forma de comunicar de las compañías. Pero esto no es nada nuevo. En realidad, lo que de verdad importa no es tanto la comunicación en sí como el ser capaces de llegar a un público saturado de anuncios, apostando por los adblocks para evitarlos, y que cada vez es capaz de llegar a más ecommerce a través de una simple búsqueda en un buscador.
Siendo este el escenario en el que compiten pequeñas pymes y grandes corporaciones, está claro que conseguir llegar directamente a la mente y ofrecer exactamente lo que está buscando quien busca no es tan sencillo como cuando eran dos o incluso tres las marcas de cada sector.
Una estrategia de comunicación puede hacer que nuestra marca y productos se diferencien del resto. Más que nada porque llegará de verdad al público. Le ofrecerá eso que busca, le facilitará el conocimiento del mismo, le acercará el producto directamente a su pantalla y será el que le convenza para convertir el deseo en compra.
Contar con expertos en esto es básico, porque el ruido de las marcas en la mente del consumidor equivale a miles de decibelios. Allá donde miren, encuentran producto. ¿Qué les hace pararse a conocer a uno? Su trabajo. Su marca. Su calidad. Su comunicación en definitiva. Las notas de prensa bien distribuidas, publicadas en lugares estratégicos y ofreciendo de verdad información.
Basándose en eso, en mover de forma útil la información a través de notas, surgirán a posteriori las campañas directas, de SEO o SEM. Contenidos únicos a través de linkbuilding, una comunicación directa en redes sociales, una atención al cliente accesible y de calidad y, todo esto, fortaleciendo y encontrando eso que le diferencia del resto a nivel comunicación hace que el éxito llegue.
Son años peleando en la red de redes por conseguir un espacio. Pero no es imposible a través de la creatividad y calidad de comunicación. No todo vale, desde luego, para satisfacer a quien al otro lado pretende comprar o contratar. Dada la oferta, sólo quien sea capaz de transmitir conseguirá ser comprado.
¿Parece sencillo? Si lo parece, es porque de verdad detrás de ello hay gente que sabe hacerlo. Muchas empresas han visto cómo, durante los últimos años, una pequeña inversión no ha servido para nada. ¿Por qué? Porque sólo quien de verdad conoce los entornos y la comunicación y marketing es capaz de ofrecer planes a medio largo plazo que funcionen desde el primer minuto. Probar algo sin que detrás tenga un engranaje con otra parte del plan, no sirve para nada. La comunicación es, hoy en día, más importante que nunca.
Nunca antes hubo tanta información y tan mal estructurada. De ahí que, para salir del ruido y hacerse visible, valga la pena apostar por diferenciarse en términos de comunicación.